Novela romántica contemporánea erótica.
Este es mi análisis después de pensarlo durante mucho tiempo y de haberlo borrado infinidades de veces.
📚 Los Libros: Aquí, la imaginación es tu límite. Los monólogos internos de Anastasia son tan detallados que podrías jurar que tienes un GPS en su mente. Y las escenas de… ejem, «cariño intenso», son tan explícitas que hasta el Kindle se sonroja. Particularmente, me gustan más los libros narrados por Jamie Dordan… ¡Ups! Quise decir Cristian Grey. Responde a nuestras preguntas debido a su extraño comportamiento y su forma de pensar.
🎬 La Película: Intenta ser fiel al libro, pero es como comparar una paella con un plato de arroz blanco. Sí, ambos tienen arroz, pero uno definitivamente tiene más sabor. La película es más suave que un osito de peluche, especialmente en las escenas «calientes», que están más recortadas que la partida de presupuestos destinada a Sanidad. Me cachis en la má que casi me da un soponcio imaginando cómo serían esas «secuencias tan arrebatadoras» interpretados por los actores.
La que ha liado el pollito…
📚 Los Libros: Las descripciones son largas y las reflexiones profundas. Los emails suenan demasiado desesperados, cada pensamiento de Ana es como un episodio de una telenovela.
🎬 La Película: Los pensamientos de Ana se han evaporado como el agua en el desierto. Pero ¿quién necesita pensamientos cuando tienes la banda sonora y las miradas intensas de Jamie Dornan, verdad? ¡Madre mía la que ha liado el pollito de ojos grises!
La censura de las sombras.
📚 Los Libros: No hay censura que valga. E.L. James se lanza al vacío sin paracaídas y nos da todo, desde «nalgadas literarias» hasta… bueno, mejor lo dejamos ahí, ya sabes a lo que me refiero: chupetones, entradas y salidas de la cueva de la chica… Eso, deja volar tu imaginación que una, a veces, se lo merece.
🎬 La Película: Aquí la censura ha pasado la tijera más que un peluquero en rebajas. Orgggg… ¿por qué, Dios? ¿Por qué? ¡Queríamos ver más! No nos mintamos, deseábamos ver más… para tomar nota, ¿o no?
En Resumen:
Si los libros fueran un plato de comida picante, la película sería la versión infantil, con menos especias, más puré de manzana y Danoninos a punta pala. Pero al final del día, tanto si prefieres el picante literario como si optas por la versión light del cine, recuerda: siempre es mejor disfrutar de las «50 Sombras» con un buen helado de vainilla. O quizás con una venda en los ojos y las manos atadas con bridas, por si acaso. Que, pensándolo bien, las ferreterías en aquel tiempo hicieron su agosto vendiéndolas. 😂
Los personajes:
Christian Grey, el prota masculino, es un personaje tan complejo y misterioso como un cubo de Rubik en manos de un bebé.
Imagínate a un hombre que tiene más matices que la paleta de un pintor. Christian es el tipo de hombre que parece haber salido directamente de un anuncio de colonia: siempre perfecto, incluso cuando acaba de despertarse. Su armario tiene más trajes que un congreso de diputados y su mirada intensa podría derretir un iceberg. Este muchacho acabaría con la humanidad en dos segundos, nos ahogaría y los de Greenpeace la llevarían clara, no les daría tiempo para protestar.
Es el CEO más joven y más guapo que podrías encontrar, con una fortuna tan grande que podría comprar un país pequeño solo por diversión. Tiene más control sobre su vida que un astronauta en la Estación Espacial Internacional, excepto cuando se trata de Anastasia Steele, que lo descoloca más que un teléfono móvil sin señal o cuando nadie le da un «like» a una publicación tuya en tus redes sociales.
Y no olvidemos su famoso «cuarto de juegos», que está más equipado que una ferretería en rebajas. Me reí muchísimo cuando la pobre chica creía que tenía dentro un campo de fútbol, una cancha de tenis y una Xbox. ¡Qué ingenua! Seré franca, yo tampoco me lo esperaba. Y si tuviera una casa bien grande, te aseguro que tendría también un cuarto así.
Volvamos al tema (que me pierdo más que la llave 10-11). El chico es el maestro del control, pero cuando Ana entra en escena, se convierte en un adolescente con las hormonas revolucionadas. ¡Y eso que presumía de «yo mando»! Entérate, chaval, que quienes llevamos los pantalones somos las mujeres.
En resumen, Christian Grey es como un helado de chocolate con mucha pimienta: una mezcla de dulce y picante que no sabes si te encanta o te asusta, pero definitivamente quieres probar. 😂
Anastasia Steele, la heroína a la que todas envidiamos, es como una mezcla entre una bibliotecaria y una exploradora de la selva amazónica. Es la chica que parece haberse perdido en el camino a la universidad y terminó en una novela romántica por accidente. Es tan inocente y pura que podrías confundirla con la nieve recién caída, pero con un toque de curiosidad que la lleva a situaciones más enredadas que unos auriculares en el fondo de tu mochila.
Es la reina de los mordiscos de labio, un gesto que hace más veces que un chef probando su salsa. Y tiene una habilidad especial para atraer a multimillonarios guapos como si fuera un imán de billetes de cien dólares. ¡Qué suerte la joía!
La muchacha es tan torpe que podría tropezar en un suelo recién barrido (como se suele decir), pero eso no le impide enfrentarse al mandón y a su mundo de extravagancias. Es como si una princesa de Disney se encontrara en un concierto de heavy metal, desubicada pero decidida a seguir el ritmo.
Total que, Anastasia Steele, es como un capuchino con espuma de leche: dulce, espumosa y con la cantidad justa de cafeína para mantenerte despierto y preguntándote qué pasará a continuación. Y sí, seamos sinceras, estamos muuuuyyyy celosas de ella. Por mucho que se lleve tantas azotainas, también se lleva su gustito y disfrute. 😄
P.D. Así acabaría yo 😉