13 DE JULIO. DÍA MUNDIAL DEL ROCK. 

julio 13, 2024
6 min lectura

LA BANDA SONORA DE CUALQUIER NOVELA ROMÁNTICA.

¡Hola, colega romántica! Hoy quiero invitarte a un viaje emocionante en el tiempo, donde el rock y el amor se encuentran en un escenario lleno de emociones y acordes electrizantes. Saquemos nuestras guitarras imaginarias, pongámonos nuestras chaquetas de cuero (aunque haga 40 grados a la sombra), si quieres puedes escardarte el pelo con mucha laca, abramos nuestros corazones y celebremos el Día Mundial del Rock. ¿Por qué? Porque el rock no solo es música, ¡es una forma de vida!

Te contaré un poco de historia, no te dormirás, te lo prometo.

Fue en 1985, cuando el legendario concierto benéfico Live Aid reunió a las mayores estrellas del rock para recaudar fondos y combatir la hambruna en Etiopía. Fue un evento tan épico que incluso Freddie Mercury tuvo que pedirle a su bigote que se calmara un poco. Desde entonces, se celebra este día para recordar que el rock puede cambiar el mundo… y también para tener una excusa más para hacer el «air guitar» en la sala de estar.

Lo que leerás en adelante, será opinión personal y nada más de historia. 

Desde que Elvis Presley sacudió sus caderas allá en los años 50, el rock ha sido el telón de fondo para incontables historias de amor. Vamos, que el muchacho levantó tantas pasiones que muchos estamos aquí por su culpa, en mi caso, lo dudo. Mis padres son más Juanito Valderrama o Manolo Escobar. ¿Quién no ha soñado con un amor al ritmo de «Love Me Tender»? El rock no solo ha sido una expresión de revolución y libertad, sino también de pasión y deseo, convirtiéndose en el compañero ideal para esos momentos en los que el corazón late más fuerte y bailando al mismo son.

Pero no todo es perfecto en la vida amorosa rockera. Como todo buen romance, el rock y el amor también tienen sus altibajos. Imagina que una pareja discute sobre quién es mejor: The Rolling Stones o Led Zeppelin. O conozco a una persona, que una vez intentó impresionar a su cita tocando «Stairway to Heaven» en la guitarra y se enredó entre las cuerdas y terminó partiéndolas. Fue divertido pero para su crush fue vergonzoso. ¡Con lo que se lo había currado el pobre!

Mira, cuando hago las tareas de la casa pongo la música a todo volumen. Sí, el vecindario me odia, pero ¿qué es el rock sin un poco de rebeldía con o sin razón?

¿Te cuento un secretito? Allá va, pero no se lo cuentes a nadie… Yo tocaba la batería en un grupo que se llamaba ISIS. Todas éramos chavalillas que soñábamos con ser estrellas del rock. Imaginábamos compartir escenarios con los grandes: AC/DC, Metallica, Iron Maiden e incluso, algunas de nosotras, soñábamos con tener un affair con Jon Bon Jovi, Joey Tempest (Europe), Mick Jagger (The Rolling Stones) o Sebastian Bach (Skid Row). ¡Menuda la que montábamos! ¡Bendita imaginación! 

¿Y qué decir de mi camiseta favorita de Barricada? Que tiene más agujeros que un queso suizo. Pero ahí está dando el callo, dándome ese estilo de rockera empedernida y gamberra (ya algo más asentada por mi hija, que me para un poquito los pies).

¿Cuántas veces has hecho un karaoke en la ducha? ¡Menudo concierto privado! ¿Eh, amiga? Con la alcachofa en mano como micrófono y el espejo como el reflejo imaginario de nuestros fans. Reconoce que pensabas que iba a tirar por otro camino, que también se puede hacer, ¡por supuesto! ¡Viva la libertad en el cuarto de baño!

Recuerdo que una vez compré en un puesto de una feria un colgante con una calavera. Mi madre, pobre mía, que no entendía mi atuendo tan extraño ni mis gustos musicales (para ella era como el ruido de perros ladrando y con malas pintas, que a día de hoy lo sigue pensando), me preguntó qué santo era el que llevaba en el cuello. Mi respuesta: Santa Calavera. Sí, no te rías. La cara se le descompuso. Creo que no renegó de mí en ese momento porque no me encontró debajo de un puente.

Soy de las que piensa que el rock siempre ha tenido un lado romántico, una combinación explosiva. Desde las baladas que nos hacen suspirar hasta los conciertos donde las miradas se cruzan y los corazones laten al ritmo de la música. ¿Quién no ha soñado con un amor de película mientras suena una guitarra eléctrica de fondo?

¿Quién no ha bailado pegado a su pareja con un buen lento rockero con alguna canción de Scorpions de su disco Gold Ballads (por poner un ejemplo)? Precisamente, la banda sonora de mi boda fue «Still loving you». Antes que se llevaba abrir el baile de novios con un vals… yo ahí, dando la caña y la nota. Fue un momento mágico y muy romántico con un toque envuelto de rock.

Después mis amigos y yo subimos al escenario por petición de la orquesta, porque ya venía avisada de mis preferencias musicales. Nuestra sorpresa fue que cantamos, prepárate que tiene tela la cosa… «La chica yeyé» de Conchita Velasco. ¡Que sí! Venga, va, ríete, te lo permito. No era todo lo «dura» que pretendíamos canturrear, pero creo que en su repertorio no tenían nada más heavy. Eso sí, lo pasamos en grande.

¿Y por qué he soltado todo este extenso relato? Porque estoy sumergida en un proyecto de futura novela romántica donde el rock es muy importante en la trama de la historia. Espero que salga pronto a la luz y puedas disfrutar de ella como yo lo estoy haciendo durante este proceso tan fascinante como es el crear un amor tan apasionante como las notas de una canción rockera. Y como hoy es un día especial, qué mejor momento para contarlo.

Declaro abiertamente, que mientras escribo mis novelas, escucho esta música. Me relaja, me fascina y me hace sentir libre para escribir lo que mis musas me dictan lo que quieren que plasme por medio de las teclas del ordenador.

El rock siempre ha tenido un lado divertido, desde las letras alocadas de algunas canciones hasta los atuendos extravagantes de los músicos, por lo que nos recuerda que no debemos tomarnos la vida demasiado en serio. Así que, en este Día Mundial del Rock, ríe, canta, ama y, sobre todo, ¡rockea como si no hubiera un mañana!

Así que ajusta el volumen, déjate llevar por la música y recuerda: en el rock y en el amor, siempre hay espacio para una nueva aventura. 

Rock on y sigue amando intensamente.

Angus

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